Hola a todos de nuevo. Durante las dos próximas entradas voy a dejar un poco de lado el tema financiero y me dedicaré a contaros dos actividades en las que he participado durante el pasado mes de mayo.
La primera de ellas es una prueba piloto que he llevado a cabo junto con algunos de mis compañeros del Executive MBA de ESEUNE.
Nuestro Proyecto de fin de Máster trata sobre innovación educativa y el desarrollo de una oferta formativa dirigida a niños y niñas de todas las edades, donde se fomenten algunas de las competencias transversales que son cada día más demandadas por la sociedad actual, tales como la creatividad, el trabajo en equipo, el liderazgo o el espíritu emprendedor.
Como no queríamos que el proyecto se quedase en un mero documento en papel, e inspirándonos en el «producto mínimo viable» del método Lean Start-up, decidimos hacer una prueba piloto. Para ello planteamos en el Colegio Hijas de la Cruz de Errenteria (donde cursan estudios mis hijos) la posibilidad de realizar unos talleres de emprendimiento, creatividad e innovación, dirigidos a estudiantes de entre 12 y 16 años.
El proyecto tuvo una acogida muy buena, tanto de la Dirección del centro, como de los profesores, que participaron activamente en las diferentes sesiones.
Para poder llevar a cabo este proyecto, hemos contado además con la participación de David Fernández, creador del portal educativo Ikaia.tv, que tiene amplia experiencia en esta materia, habiendo realizado anteriormente un reportaje sobre el Colegio Montserrat de Barcelona, pionero en innovación educativa.
Los talleres consistieron en cinco sesiones de hora y media, en los cuáles se han seguido las diferentes etapas del Design Thinking, que es una metodología que permite abordar problemas poniendo en el centro del proceso de diseño a las personas.
El Design Thinking consta de cinco etapas:
Empatizar: Se plantea la problemática a resolver, analizándola desde el punto de vista del usuario final.
Definir: Se define con claridad el problema.
Idear: Es la fase en la que se buscan posibles soluciones al problema. Es muy útil utilizar diferentes técnicas de creatividad.
Prototipar: Se crea un prototipo de bajo coste con el fin de testear el producto o solución ideada.
Evaluar: Se recibe feed-back del usuario final, lo que permite ir mejorando el producto o idea.
Esta metodología puede aplicarse en cualquier ámbito, y va desde la resolución de cualquier problema, hasta la creación de los productos más innovadores que podamos imaginar.
Para terminar, os dejo el genial vídeo que ha montado David Fernández, y que también se puede ver en la página de Ikaia.